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A través de este artículo, quiero compartirles una parte cultural clave de Francia y que viene justo a tiempo para semana santa. El objetivo es seguir tejiendo vínculos entre México y Francia, promoviendo aún más la cultura francesa y unos datos curiosos sobre estas tradiciones de Pascua.

El huevo de Pascua es algo que se conoce en el mundo entero. En Italia, hoy en día, se bendicen los huevos de Pascua que se colocan en medio de la mesa. Los huevos de Pascua rusos y ucranianos son verdaderas obras de arte con motivos y colores muy simbólicos y geométricos con representaciones cristianas como la cruz o el propio Cristo.

En Occidente, en los campos o jardines de la casa, en la ciudad, una misteriosa caza de huevos se organiza en la mañana de Pascua. Según la tradición, al regresar de Roma, las campanas que se habían silenciado desde el jueves Santo en la noche derramaban huevos, campanas, gallinitas y otros dulcecitos. La costumbre de regalar huevos o conejos de chocolate es más bien de origen comercial.

En la tradición alemana se cree que para los niños, un conejo blanco invisible es quien  esconde los huevos. En Estados-Unidos y en Alsacia, es una liebre; en Turingia, una cigüeña; en Westfalia, un zorro; en Suiza, un cuco.

¿Orígenes antiguos? La costumbre de regalar huevos coloridos, pintados o trabajados existía mucho antes de la era cristiana. Como la primavera es la temporada de la eclosión de la naturaleza, el huevo representando la vida y el renacimiento, fue probablemente el primer símbolo utilizado durante rituales remotos. En la primavera, los egipcios y persas tenían como costumbre pintar los huevos y regalarlos para simbolizar la renovación de la vida. En la antigüedad gala, los druidas pintaban los huevos de rojo en honor al sol.

Para los judíos, el huevo es el símbolo de la vida pero también de la muerte. La liberación del pueblo hebreo costó la vida a numerosas personas y la felicidad nunca es absoluta para los hebreos. En Pésaj, los judíos bañan un huevo en agua salada recordando todas las lágrimas derramadas por su independencia.

¿Una costumbre cristiana? Numerosas fiestas paganas celebraban la resurrección de la naturaleza simbolizada por el huevo, portador de una semilla de vida. Pero es probablemente la prohibición hecha por la Iglesia hasta el siglo XVII, de consumir huevos durante el Cuaresma lo que hizo que naciera la tradición de los huevos de Pascua. Como no se les podía impedir a las gallinas poner, se conservaban preciosamente estos huevos hasta la fiesta de Pascua, a partir de la cual, ¡había que acabar el stock!

El rey Luis XIV hizo del huevo decorado de Pascua una toda una celebración. Por una parte, su gente debía entregarle el huevo más grande que se había puesto en su reinado durante Semana Santa y el propio rey, el día de Pascua, rodeado de grandes canastas, distribuía en persona huevos pintados con hoja de oro a sus cortesanos y a sus sirvientes.

Estos últimos años, en muchas familias francesas, este gesto de los viejos tiempos se renueva a la hora del postre, el domingo de Pascua. En una charola, hay algunos pequeños jarrones de flores, huevos o pequeños conejos de chocolate.

¡Depende de nosotros decirles a los invitados a la fiesta el significado de la Pascua y compartir esta hermosa cultura, ya que a muchos ¡nos encanta el chocolate!

Nombre: Maïté Abadie

Nacionalidad: Francesa

Actualmente, es doctoranda en literatura hispanoamericana en la BUAP, en México, en el estado de Puebla. También es profesora y coordinadora de francés en ZALOA LANGUAGES y traductora literaria.

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